Una fisura anal es una pequeña herida o desgarro en el revestimiento del canal anal por donde pasan las heces al exterior. Esta fisura suele causar dolor agudo, ardor y sangrado durante o después de la evacuación intestinal, lo que puede ser muy molesto y afectar la calidad de vida. Aunque muchas personas confunden las fisuras anales con las hemorroides, se trata de condiciones diferentes que requieren tratamiento específico
Síntomas de la fisura anal
El síntoma principal de una fisura anal es un dolor intenso y punzante durante la evacuación intestinal, que puede durar desde unos minutos hasta varias horas. Además, es frecuente ver pequeñas cantidades de sangre roja brillante en el papel higiénico o en las heces. Algunas personas también experimentan picazón o irritación alrededor del ano.
Causas de la fisura anal
La aparición de una fisura anal suele estar relacionada con episodios de estreñimiento, aunque también puede deberse a otros factores. Aquí te explicamos algunas de las causas más comunes:
- Evacuaciones duras o voluminosas pueden provocar un desgarro en el revestimiento del ano al pasar, particularmente en personas que sufren de estreñimiento crónico.
- Diarrea frecuente, aunque parezca contradictorio, también pueden irritar el canal anal y causar fisuras, especialmente si la diarrea es persistente.
- Esfuerzo excesivo al defecar puede aumentar la presión en el canal anal, lo que aumenta el riesgo de desgarros.
- Enfermedades inflamatorias del intestino como la enfermedad de Crohn pueden hacer que el revestimiento del canal anal sea más vulnerable a desgarros.
- Sexo anal es otra de las posibles causas de fisura o desgarro anal.
Esto significa que, al iluminar las estructuras críticas, los médicos pueden evitar lesiones accidentales y asegurarse de que están cortando en los lugares correctos. El resultado es una cirugía más segura, con menos riesgo de complicaciones
¿Cómo prevenir las fisuras anales?
Hay varias maneras de reducir el riesgo de desarrollar una fisura anal:
- Mantén una dieta rica en fibra: Consumir frutas, verduras y cereales integrales puede facilitar las evacuaciones y evitar el estreñimiento.
- Hidrátate adecuadamente: Beber suficiente agua ayuda a ablandar las heces y reducir la necesidad de esfuerzo al defecar.
- Evita el esfuerzo excesivo: No pases demasiado tiempo en el inodoro ni hagas fuerza excesiva al evacuar.
- Mantén una buena higiene anal: Limpia suavemente la zona con papel higiénico suave o toallitas húmedas sin fragancia.
Las fisuras anales pueden ser dolorosas, pero con las medidas adecuadas se pueden prevenir y tratar. Si experimentas dolor anal persistente, sangrado o malestar durante las evacuaciones, consúltenos. En CGC contamos con profesionales ampliamente cualificados y pueden ayudarle a obtener un diagnóstico y tratamiento certero.